En esta entrada me gustaría hablar sobre la enfermedad mental, como hoy en día a pesar de los avances en el mundo de la psiquiatría (y ciencias afines) sigue siendo uno de los peores diagnósticos que te puede proporcionar un médico.
La salud mental levanta muchas pasiones entre las personas que se dedican a estudiar el funcionamiento de los procesos mentales de los individuos, y a pesar de que como digo, son muchos los teóricos y profesionales que se esfuerzan por romper la barrera que hay en torno a la patologías mentales, hoy en día nos encontramos con una sociedad fuertemente discriminatoria hacia las personas que sufren algún tipo de patología mental.
Para comenzar, voy a realizar un acercamiento a tres conceptos definidos por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y que vienen explicado en FEAFES, Confederación Española de Agrupaciones de Familiares y personas con enfermedad mental que nos hablan de los siguientes términos:
Se entiende por salud como un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades.
Se entiende por salud mental como un estado de bienestar en el cual el individuo es consciente de sus propias capacidades, puede afrontar las tensiones normales de la vida, puede trabajar de forma productiva y fructífera y es capaz de hacer una contribución a su comunidad.
Se entiende por enfermedad mental o trastorno mental como una alteración de tipo emocional, cognitivo y/o comportamiento, en que quedan afectados procesos psicológicos básicos como son la emoción, la motivación, la cognición, la conciencia, la conducta, la percepción, la sensación, el aprendizaje, el lenguaje, etc. Lo que dificulta a la persona su adaptación al entorno cultural y social en que vive y crea alguna forma de malestar subjetivo
Las personas que sufren algún tipo de enfermedad mental, ya sea de forma conyuntural o bien de manera prolongada en el tiempo, se ven expuestos a sufrir aislamiento social por la única condición de sufrir una patología mental; sin embargo, esta discriminación no la sufren otros tipos de enfermos como por ejemplo, enfermos de cáncer, enfermos con problemas cardíacos, enfermos de pulmón o un sinfín de enfermedades. Sin embargo, el trastorno mental nos causa respeto y en muchas ocasiones causa miedo produciéndose distancia con respecto a estas personas.
La estigmatización y el aislamiento surge desde el comienzo, nadie dice abiertamente que tiene un problema mental. Es normal escuchar a personas decir que algún familiar o amigo sufre vértigos, es alérgico a determinados alimentos o bien que superó un cáncer, pero sin embargo ¿cuántos de nosotros escuchamos con la misma asiduidad mi padre está diagnóstico de trastorno bipolar, mi madre tiene un trastorno límite de la personalidad o mi mejor amigo tiene esquizofrenia? Pocas veces diría yo, más bien me atrevería a decir que caben en los dedos de una mano, es más, estas confesiones son precisamente eso, una confesión que se le hace a una persona pidiéndole que lo lleve en secreto por miedo al rechazo y la incomprensión de los demás.
Enlazando con el tema de la incomprensión, creo que es aquí donde radica una de las principales causas del estigma que hay en torno a la enfermedad social. No conocemos mucho sobre este tipo de enfermedad, y aunque no es por falta de información ya que tenemos a nuestro alcance libros, documentales, artículos, vivencias y un montón de opciones para formarnos en este campo, no recurrimos a ellos y seguimos repitiendo de generación en generación este tipo de conductas rechazantes-evitativas con respecto a las personas enfermas mentales.
Otro de los puntos a tener en cuenta, y que desde mi punto de vista está causando verdadero daño a estas personas son los mitos sobre la forma de ser de estar personas que circulan en el imaginario social. Paso a enumerar alguno de los mitos más comunes que seguro hemos escuchado.
- Las personas que sufren algún tipo de enfermedad mental son violentas, no las ves venir y hay que tener cuidado cuando estas a su lado.
- Las personas que sufren algún tipo de enfermedad mental no son capaces de mantener un trabajo ni de llevar una vida normal.
- Las personas que sufren algún tipo de enfermedad mental no son capaces de formas una familia porque la convivencia con ellas es imposible.
- Las personas que sufren algún tipo de salud mental no se van a recuperar nunca, no hay esperanza para ellos.
- La labor de los profesionales es en vano porque no sirve de nada hacer terapia con ellos.
- Los niños y adolescentes no tiene problemas de salud mental.
- Por muchas pastillas que tomen para regular las necesidades físico-químicas del cerebro, seguirán siendo locos.
- No conozco a nadie con un problema de salud mental, mi familia y amigos tenemos todos el cerebro muy sano
Como podemos observar estos son solo algunos de los mitos que surgen en torno a la enfermedad mental y aunque es evidente que no tienen base científica, seguimos repitiéndolos y reproduciendo la distancia con estas personas.
Si bien es cierto que la reforma psiquiátrica que tuvo lugar en España en los años ’80 bajo el paraguas de la Ley General de Sanidad de 1986 ayudó mucho a luchar contra el estigma en torno a la enfermedad mental, José María Sánchez Monge, Presidente de FEAFES afirma lo siguiente: “todavía, 25 años después, la reforma psiquiátrica que anunciaba la reinserción, la atención integral -incluyendo la atención domiciliaria- y el tratamiento dentro del ámbito comunitario, es una revolución que se ha quedado a medias”.
Para finalizar esta reflexión, me gustaría decir que es responsabilidad de todos los ciudadanos pero especialmente de los trabajadores sociales entre otras profesiones, tratar de sensibilizar a la población con esta realidad, la enfermedad mental existe y hay que visibilizarla, porque conocer la realidad es parte de la solución, conocer la enfermedad mental es por tanto, parte de la solución contra la estigmatización.

Fuente de información: Obertament. Per la salut mental, dóna la cara
Día Mundial de la Salud Mental 2015. Ponte en mi lugar, conecta conmigo
MERCEDES MURIEL SAIZ